De distintas maneras podemos operar a las opciones. Distinto es el riesgo que podemos asumir con ellas. Si el riesgo es mayor los beneficios serán mayores. Si limitamos el riesgo, el beneficio será menor.
Esa ecuación riesgo/beneficio la establecemos al momento de operar. De nada sirve lamentarnos cuando las cosas no salen bien. Al momento de posicionarnos en el mercado somos conscientes de lo que estamos haciendo.
En ese momento somos conscientes del dinero que estamos invirtiendo en las opciones. Sabemos si es poco o mucho para nuestra comitente. E incluso sabemos de las distintas herramientas disponibles, para perder menos, si nuestra visión es errada.
A su vez podemos armar distintos tipos de estrategias. Podemos armar estrategias al alza, a la baja o para mercados laterales. También podemos armar estrategias basadas en la volatilidad de las opciones. O bien podemos combinarlas a esas distintas estrategias.
Las opciones abarcan un universo amplio, pero limitado por el vencimiento de las mismas. El tiempo al vencimiento impactan de lleno en las opciones, algo que no todos llegan a comprender.
¿Cómo es la mejor manera de operarlas? Una respuesta que corresponde a cada operador, en base a su experiencia. Pero si es cierto que el dinero que se pierde con las opciones es mucho. Mas cuando se opera sin cobertura.
Las coberturas generalmente implican desembolsar dinero, pero no siempre. Una especie de seguro, para transitar tranquilos los vaivenes del mercado.
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